jueves

una poesia de Roberto Sosa

Quien querría dejar una mujer asi.
Quien sería tan idiota como para soltar
Una mujer asi.

Domina la calle tanto como sus muslos
Y aprisiona los breves instantes aburridos
Para convertirlos en blasfemias de sus suspiros.

Hincha el caparazón de su tolerancia
Para cubrirte sin excusas,
Para entenderte sin palabras.

Quién sería tan estúpidamente idiota
De no  convencerla de sus labios,
Y sostener su mano aún cuando ella
Ya haya cruzado el río y los mares
Y el continente.

Sería ridículamente absurdo que no se contentaran
Con exprimir sus pestañas
Y las recogieran como miradas cautivas,

Un desperdicio haberla tocado y no enjuagar su cuerpo
Con el semen de las noches organizadas.

Quién hubiera soltado uno de sus cabellos,
Quién tendría otro tiempo mejor utilizado que escuchar sus palabras
Cómo dejarla escribir sola los libros de la humanidad?

Ella se cruzó conmigo la misma tarde
Que comencé a quererla.
Y luego se esfumó sin pretextos, clara y sencilla


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